El paso del tiempo. Con los años, los dientes suelen adquirir un color más amarillento.
Fumar. La nicotina es una de las principales responsables de que la dentadura amarillee.
Ciertas bebidas también pueden alterar el color de los dientes; por ejemplo: café, té, vino y refrescos carbonatados.
Medicamentos que contienen tetraciclinas. Su uso hace que los dientes se vuelvan grises.
Golpes y fracturas en las piezas dentales.